Ciao Flash, Hello Responsive Design!

El tema del uso de flash a fecha agosto/2014 es un tema manido, tratado y sobre el que se han escrito cientos de post… pero aun así, hay gente que se empeña en seguir usándolo… A día de hoy, carece de sentido seguir usando una tecnología cuyo uso via web está cayendo en picado.

Es época de actualizar esas webs hechas hace unos años donde lo primordial era la imagen que se proyectaba, las presentación que todo el mundo saltaba (buscando el siempre oculto botón de «Skip Intro«) o incluso esas musiquitas en forma de loop que se repetían indefinidamente llegando en algunos casos a martillear tu cerebro con sonidos repetitivos. Al igual que los desarrolladores web que llevamos unos cuantos años en el sector, yo también he hecho webs en flash 🙂 … pero como todo, la tecnología, las necesidades y el mercado evolucionan y hay que saber adaptarse. He aquí el kit diferenciador: No se puede vivir anclado en el pasado dándole la espalda al presente.

Y el presente pasa por el concepto de web responsive. El responsive design es un concepto que convive con nosotros hace ya algunos años pero que cada día lo sentimos más nuestro, más habitual. Rara es la web que no se adapta al dispositivo en el que se visualiza. El diseño adaptativo pasa por mostrarnos la web adaptada al dispositivo en el que se esté visualizando, moviendo los elementos según el criterio que hayamos establecido en el diseño pero ofreciendo una experiencia al usuario gratificante a nivel de navegación… porque navegar en el móvil no significar mostrar toda la la web en tamaño minúsculo.

El incremento paulatino la navegación es dispositivos móviles (smartphones, tablets, …) hace totalmente necesaria la adaptación de nuestra web a esos dispositivos. Estamos hablando de cifras de navegación que en algunos casos pueden suponer más visitas vía móvil que vía pc de escritorio. Si nuestros usuarios tienen una experiencia satisfactoria, el engadgement que tendrán con nuestra web será mayor. Serán usuarios fieles que repetirán su visita.

A modo de resumen podemos enumerar una serie de características por las que no usar flash (como tecnología que marco el desarrollo web hace unos años) y una serie de ventajas que nos ofrece el responsive design.

El uso de flash en la actualidad (poco común para desarrollos nuevos, pero todavía vigente en algunos desarrollos de hace unos años), trae consigo:

  • Estructura no indexable. El robot de Google (siendo este el principal motor de búsquedas) no visualiza el contenido que hay en el interior de una película de flash.
  • No visible en dispositivos móviles (o visible en algunos usando Flash Player). Además es una tecnología que consume muchos recursos y acorta la duración de las baterías de los móviles en lo que sí que pudiera llegar a visualizarse.
  • Desarrollo propietario: Si no tenemos los fuentes de las películas flash, es imposible realizar actualizaciones de nuestra web.

Podríamos enumerar unas cuantas más… pero la nula indexación y la escasa visibilidad es dispositivos móviles son argumentos más que suficientes para cambiar los desarrollos que todavía pudieran estar vigentes.

El diseño adaptativo (responsive design) trae consigo:

  • Adaptable a cualquier dispositivo, por lo que mejoramos la experiencia del usuario en cuanto a navegabilidad de nuestra web
  • Se apuesta por estructuras sencillas, premiando el concepto de flat-design. Son diseño sencillos de actualizar y donde la importancia está en el contenido, no en el continente.

Pensando en el usuario, y en su experiencia de navegación, un diseño responsive es un plus.

 

Cuida tu imagen…. ¡por favor!

Todavía me llama la atención en los días en los que vivimos el poco cuidado que tienen algunos ecommerce al respecto de las imágenes de sus productos. Un primer impacto tan importante (recordad aquello de que no hay una segunda oportunidad para causar una primera impresión) y que el valor de la fotografía de producto esté tan minimizado.

En una tienda online, gran parte del valor de la misma reside en aquello que nuestras imágenes sean capaz de transmitir. Seguramente no conoceremos en persona a nuestro cliente final y no podremos hablarle de las bondades de nuestro producto… y serán nuestras imágenes las que vendan el mismo.

De ahí radica la importancia de cuidar la imagen del mismo, de dejar en manos de profesionales del sector la toma fotográfica de nuestro producto para que todo tenga una coherencia, un sentido, buen gusto en el acabado y que nuestros productos luzcan aún más que si fuéramos nosotros en persona los que vendiéramos los mismos.

Vamos a acabar de una vez por todas con la recopilación de imágenes de nuestros proveedores o localizadas por internet, donde cada una está hecha de una forma, y vamos a darle uniformidad a la galería. Puede resultar más caro que «aprovechar» lo que tenemos a mano, pero a la larga, la inversión tendrá su recompensa en modo de credibilidad, imagen final proyectada y, si nuestro producto lo merece, en incremento de ventas. Un buen producto con una mala fotografía se hace difícil de vender.

En función del tipo de producto y la imagen que queramos proyectar del mismo necesitaremos un tipo u otro de fotografía: El control de la luz es fundamental y esto requiere de ciertas nociones. Aportemos la luz adecuada a nuestros productos.

Dado que el contacto físico con nuestro cliente final será inexistente en nuestra tienda online, nuestras imágenes tienen que ser descriptivas y reales. Que muestren el producto tal como es explotando sus bondades. Si es posible que apreciemos todos y cada uno de los detalles del producto, ya que ante todo hay que ofrecer transparencia… que el cliente perciba que tiene toda la información sobre el producto.

Como resumen, una serie de características que las imagenes de toda tienda on-line deberían de cumplir:

  • Imagenes reales
  • Gusto por el detalle, que se aprecie el producto.
  • Correcta iluminación.
  • Que transmitan y aporten valor al producto.
  • Uniformidad en nuestro catálogo, a nivel de iluminación y acabados.
  • Sencillez: Lo importante es el producto, no el entorno que le rodea ni donde se ha realizado la fotografía.

 

Poniendo el ego al servicio de la empresa

Suele ocurrir en entornos creativos (y también en entornos empresariales) que uno de los elementos contra los que hay que luchar para la consecución del éxito es el control del ego.

Las personas, por naturaleza, tendemos a ser egoistas, egocéntricas… necesitamos la palmadita en la espalda, las palabras de aprobación y esos mensajes «envenenados» de qué buenos somos. Esto, de una forma controlada, tiene su parte positiva: Mejora nuestra motivación, nos hace ver la recompensa al trabajo bien realizado y nos predispone para seguir trabajando con las mismas ganas.

Sin embargo, en muchos casos, tiene un efecto contrario… el creernos más de lo que somos y el no reconocer los méritos del equipo en la consecución del éxito. Esto desemboca en una lucha de egos difícil de controlar y que suelen tener un final dramático.

Soy un firme defensor del trabajo en equipo, donde las piezas formen parte de un engranaje perfecto que permita conseguir éxitos más allá de lo que cada elemento de ese engranaje pudiera conseguir. Para ello basta con la difícil labor de poner el ego al servicio del grupo, esto es, en un entorno de trabajo/empresarial, «ceder» nuestro ego en beneficio de la empresa.

Entiendo que en estructuras clásicas, estancas y jerarquizadas, cada uno intente en cierto modo hacer la guerra por su cuenta, buscando más el beneficio propio que el pensamiento grupal… pero en estructuras flexibles, modernas, más horizontales… se hace totalmente necesario el trabajo en equipo para el bien común.

Por otro lado, la empresa también debe valorar esas actitudes y buscar siempre un método de recompensa hacia su colaborador. No hablo de temas económicos -que suele ser el grado máximo de recompensa en nuestros días-, sino beneficios formativos, mejoras del entorno de trabajo, … Todo esto que suena muy bien hay que tratar conjugarlo con el día a día que cada grupo empresarial vive, siendo los actuales unos días bastante complicados para llevar a cabo esa difícil gestión.

Ilustra la entrada una foto (realizada por Alberto J. Antón) de un sesión de moda que realicé el pasado verano y donde la coordinación y el estupendo trabajo de las 8 personas que conformaban el equipo, el resultado fue el que estábamos buscando. Cada uno entendió su labor y la realizó a la perfección en pro del resultado final… aunque luego los focos finales no fueran hacia él… Trabajo en #equipo

Buscando la necesidad de crear caminos

Llega agosto, llega el periodo de desconexión. Ese periodo tan necesario pero tan pocas veces aprovechado. Al menos por mi parte. Lo reconozco y se que soy incapaz de desconectar. En cierto modo uno es adicto, adicto al trabajo… de esos que llaman workaholic.

Tener tan a mano tantas «puertas» al mundo te hace estar en permanente conexión. Incluso en estado de descanso, siempre hay algo en tu cerebro que te dice que hay que estar pendiente. El problema puede surgir y hay que encontrar solución. O simplemente, la oportunidad se puede aparecer y hay que estar atento a ella y sacarle el máximo provecho. Se que es un error, pero entre mis retos futuros está el optimizar al máximo mi tiempo: Tanto de trabajo como de descanso.

Como decía, agosto suele ser el mes donde crear «cosas». Hace 3 años puse en marcha un blog de reseñas literarias (Bookalia). Blog al que le metí mucha caña y que me permitió colaborar con otras plataformas importantes de este país y referentes en ese campo (como libros.com). Además de conocer de primera mano novedades editoriales y estar al tanto de lo que se cocinaba en el sector editorial. Una época de lectura compulsiva que, en cierto modo, echo de menos y pretendo retomar -con limites-. Llevo meses sin reencontrarme con el papel y espero volver pronto. Lo digital me absorbe.

Hacer un par de años empecé en el mundo de la fotografia… y como no, creando una web a modo de portfolio de mis trabajos… Entre medias, un blog que quiero despegar sobre temas de marketing online. Como veis, espacios donde expresar ideas de temáticas muy especificas.

Pero echaba en falta un lugar donde escribir de lo que me apeteciera. De volcar ideas y reflexiones sin tener que ajustarme a una temática específica… y de ahí esta nueva ventana. La idea de esta web es que sirva un poco de paraguas del resto en cuanto a contenidos. No pretendo hablar de como hacer una determinada fotografía pero si que puedo hacer de porqué he decidido hacerla así. Tampoco creo que hable de acciones específicas para desarrollar una web, pero seguramente escriba el porqué es necesario llevarlas a cabo.

Como el antetítulo del logo, en esta web encontrarás artículos relativos al apasionante y gran mundo de internet, al mundo de la empresa y a la creatividad. Tres grandes bloque entre los que gira mi día a día.