¿Por qué necesitas una dirección artística si tienes un ecommerce?
Hablábamos en el blog de una cierta evolución lógica a nivel de la imagen para los productos. En primer lugar, que la fotografía básica y principal de los mismo fuera de calidad, que no nos vale cualquier fotografía hecha en cualquier condición de luz… si no que debería de ser una fotografía de calidad profesional
En segundo lugar, la humanización de la marca… dar un paso más en la fotografía de producto incorporando modelos que pudieran llevar nuestro producto, que pongan en contexto el mismo y que sirvan para resolver dudas que el usuario pudiera tener en el proceso de comprar al ver el producto puesto sobre una persona. En definitiva, que pudiera verse reflejado y ayudar esa imagen en el proceso de compra.
Ahora toca evolucionar…. Y dar un paso más: Incorporar una dirección artística para dotar de personalidad a la marca y, por ende, trasladar la misma a todos los campos de actuación de la misma y el ecommerce (y todo lo que le rodea) es uno de ellos.
Veo muchas marcas que tienes producto muy interesantes pero que no saben mostrar el potencial que tienen los mismos a través de sus canales: web, redes sociales, ecommerce, etc… Marcas que en muchos casos aplican el DIY (Do It Yourself) y con el “Háztelo tú mismo” van tirando… de momento.
Pero la realidad es que la imagen cada vez en más fundamental en una marca porque la competencia es tremendamente feroz. Podemos poner multitud de ejemplos de marcas cuya imagen es tremendamente espectacular y sus productos no lo son tanto o, dicho de otro modo más correcto, sus productos no son mucho más buenos que su competencia sectorial que usa una imagen DIY.
Establecer una dirección creativa que transmita los valores de la marca a través de mensajes atractivos vía redes sociales y con contenido volcado en web es un must. Toda empresa que, en cierta forma, tenga necesidades de trabajar su imagen, debería incorporar una dirección artística, y aquí dejamos abierto si interna o externa, aunque yo soy partidario de externalizar este servicio aunque en co-dirección directa con la empresa, porque las visiones externas y no “intoxicadas” del día a día van a permitir tener más diversidad de opiniones y puntos de vista que, al final, lo único que van a conseguir, es mejorar el resultado final si se trabaja de forma cohesionada y como equipo.
Una dirección que planifique contenidos, la tipología y la generación de los mismos, que aporte contenidos a las fichas de producto, a los sliders de la web, que organice la imagen a mostrar en los distintos canales sociales de la marca, que defina el mensaje que se va a lanzar.
En definitiva, que oriente la comunicación visual de la marca con un criterio claro y una difusión omnicanal.